Se Audaz

Audaz no es una palabra que siempre me describió. De hecho, cuando era niña y hasta la década de mis 20 años, era todo lo contrario. Yo era súper tímida, me faltaba valentía para todo, era fácil que otros me influenciaran y me controlaran. Iba a la iglesia y estaba muy involucrada. Yo era la líder de adoración, pero el rasgo de ser audaz no estaba en mí ni en mi radar. Las personas que me conocen se sorprenden cuando les digo lo tímida e introvertida que era. Me ven ahora y no pueden imaginarme siendo una chica tímida y tranquila. Debo confesar que estoy tan contenta de no ser más esa chica. Pero también debo confesar que

yo era esa mujer porque, aunque iba a la iglesia y hacía todas las cosas que hace una persona en la iglesia, no tenía una relación con Jesús. Mi relación con Él fue reemplazada por una relación con la iglesia y con un ministerio. Y déjame decirte algo mujer, una relación con la iglesia no te hace audaz, te hace temerosa.

A través de muchos desafíos difíciles en mi vida, desde que entre a mis 30 años y hasta el día de hoy, tomé la decisión de no tener miedo. Pero la valentía no solo apareció en mí porque lo dije. Eso fue solo el comienzo. La valentía era algo que tenía que decidir tener todos los días. Es algo con lo que tuve que pedirle ayuda a Dios. Es algo que tuve que desarrollar en mí durante muchos años al decidir estar en una relación comprometida con Jesús. ¿Ha sido fácil? ¡Absolutamente no! Ser audaz ha sido una de las cosas más difíciles en las que he tenido que trabajar en mi vida porque mi pasado y todas las cosas que conlleva fueron muy feas y difíciles.

Mientras me siento aquí escribiendo esto para ti, estoy muy nerviosa al respecto, pero sé que

esto es lo que Dios me ha llamado a hacer, así que lo haré y no tendré miedo a pesar de mi

pasado. He aprendido que mi pasado no dicta mi presente o futuro. Mi pasado fue tan duro, tan terrible, lleno de drama, mentiras, engaños, y podría seguir y seguir. Pero permití que Dios

interviniera y comenzara un proceso de transformación en mi vida que todavía estoy viviendo hoy. Ya no quería ser la chica tímida que se dejaba influenciar fácilmente. No quería ser la mujer que era cuando tenía una relación con la iglesia y el ministerio en lugar de con Dios. Ya no quería ser la mujer que mentía, engañaba, era egoísta, lastimaba a los demás y mucho más. Quería ser una mujer audaz transformada por Dios. Ya no quería vivir según mis reglas, no funcionaban. Todas mis reglas y mi control me llevaron a la destrucción, el rechazo, la soledad, la lucha, frustración, falta de sueño, ansiedad, depresión, odio e ira. El enemigo nunca te dice las terribles circunstancias que enfrentarás si te sumerges en la tentación. Él te pinta un cuadro bonito de la tentación y luego te deja para que te ahorques con ella. Y esa fue mi vida durante un tiempo. Dejé la iglesia, me alejé de Dios y salté a la tentación. No me importaba lo que alguien tuviera que decir. Y podrías decir, bueno, mujer, eso es ser audaz, y sí, lo es, pero no del tipo en el que encuentras paz o alegría. Ese tipo de valentía me dejó vacía, con una familia rota, niños heridos, amistades destruidas y, lo que es más importante, sin Dios. Lo necesitaba desesperadamente, así que di mi primer paso audaz y corrí de regreso a Él. Estaba rota, destrozada, emocionalmente destruida, pero Él me tomó de vuelta y me hizo Suya. ¿Tenía miedo de volver corriendo a Jesús, Aquel contra quien había pecado? ¡Absolutamente! ¡Estaba aterrada! Pero sabía que Él era mi única esperanza. Sabía que Él era mi única salvación y salida del lío que había creado en mí misma. Pero tomé esa decisión audaz y no he mirado atrás desde entonces.

Ser audaz no significa que te falte el miedo. Ser audaz es quizás tener miedo, pero lo haces de todos modos. Y eso es lo que hice. Sentí el miedo porque es lo que el enemigo quería que

sintiera. Él no quiere que nos volvamos a Dios y encontremos salvación y libertad en Su Hijo.

Pero la verdad es que a través de Jesús encontré todo lo que necesitaba. El enemigo estaba

dispuesto a destruir mi vida, pero Jesús estaba esperando para restaurarla. El proceso de

restauración no ha sido fácil. Ha habido innumerables consecuencias por mi inmersión en el

pecado. Pero con Dios a mi lado, he podido superar aquellos momentos muy difíciles en mi vida. ¿Por qué? Porque elegí no tener miedo y ahora en lugar de vivir una vida tímida e introvertida, vivo una vida sin miedo debido a la relación que he decidido tener con Jesús todos los días. Él es mi Salvador audaz y por eso elijo ser Su hija audaz.

Han pasado casi 19 años desde que volví a Dios, y Él me perdonó y comenzó Su proceso de

restauración en mí. Pero también tomó casi ese tiempo, hasta hace unos 5 meses, para que yo misma me perdonara por completo. Me tomó tanto tiempo dejar de contentarme condenándome a mí misma todos los días porque pensé que así era como necesitaba vivir el resto de mi vida. Dios me hablo en el mes de septiembre de 2022 y me confrontó con el hecho de que, si Él no me condena, ¿por qué todavía llevaba una carga de culpabilidad que ya no era mía? Si el pasado era realmente el pasado, entonces por qué lo estaba viviendo todavía. El problema era que seguía cargando con la culpa pesada de mi pasado porque creía que merecía cargar con ella, que esto era parte de mi consecuencia. Dios tuvo que recordarme que Su Hijo Jesús llevó mi culpa en la cruz y que tan pronto como me arrepentí de todo lo que había hecho, me perdonó y me quitó la culpa. Era libre y necesitaba vivir sin miedo y esa libertad que Él ya me había dado. Sólo entonces dejara de cargar esa culpabilidad Él podría lanzarme al pleno propósito de mi vida.

Chicas, estaba estorbando lo que Dios tenía para mí porque creía que tenía que cargar con mi culpa. El enemigo me engañó haciéndome pensar que esto era lo que tenía que hacer. Cuando Dios me confrontó acerca de esto, tomé la decisión de rendirle todo a Él de una vez por todas. Quiero que Dios cumpla todo Su propósito en mí. No quiero obstaculizar Su plan para mi vida. Desde aquel septiembre no he mirado atrás. He estado avanzando aún más audazmente porque ese es el tipo de mujer que Él está buscando. Tal vez lo que estás reteniendo y no rindiendo te está impidiendo de vivir el propósito de Dios para tu vida. No hagas lo que hice. No pierdas más tiempo precioso. ¡Decídete a vivir sin miedo para Dios! Corre de regreso a Él ahora, incluso si tienes miedo. Él te está esperando con los brazos abiertos. Él está más deseoso que tú de verte caminar en Su libertad y en Su valentía todo el camino hacia tu propósito. ¡Estoy aquí animándote! ¡¡¡No esperes ni un segundo más!!! ¡Mujer audaz, necesitas levantarte! ¡Este es tu momento! Fuiste creada con un gran propósito. Sí, llevará trabajo. Sí, requerirá mucho esfuerzo. ¡Pero si, con Dios PUEDES HACERLO! ¡Si lo hizo conmigo, lo hará contigo! ¡Sé audaz HOY!

Además de este blog, hay muchas cosas que me provocan miedo que Dios me está lanzando a hacer, ¡y tengo la intención de hacer cada una de ellas, SIN MIEDO! Puedo estar nerviosa y

asustada, pero sé quién es mi Dios, y sé que Él está a mi lado y por eso lo haré aun si siento

miedo. No me aguantare más porque Él no se merece eso.

Vienen muchas cosas maravillosas y me encantaría que siguieras conectada conmigo. Pronto

lanzaré un podcast para mujeres donde compartiré más de mi historia y las historias de otras

mujeres audaces. También estamos programando una conferencia para mujeres llamada

Fearless Woman, Rise (Mujer Audaz Levántate) que se realizará muy pronto y estoy muy

emocionada al respecto. Compartiré todas las cosas nuevas en el sitio web, así que asegúrese de revisarlo regularmente.

¡Mujer, es hora de levantarse y no tener miedo! ¡¡Tu creador te está llamando!!

¡Mujer Audaz, LEVÁNTATE!

Con amor,,

Mimi